sábado, 21 de enero de 2012

Viaje de ida, sin vuelta

Hechado sobre las blancas arenas, contemplaba las espesas nubes que surcaban el cielo azul de Cabo Frio, cuando caí en la cuenta que el nombre de este blog era sencillamente perfecto
Quiza sea hora de explicar un poco el porque de esto. Algunos deben de haberse dado cuenta que se trata de una estrofa de una cancion muy bella. Si, es verdad, pero tambien simboliza muchas otras cosas. Cuando pense un nombre aparecio esa frase en mi cabeza. El cielo como simbolo de libertad, de busqueda, de encuentro. El mar como el mas firme representante de Brasil, de su cultura, de sus costumbres.
Tengo que remarcar también la dificultad de encontrar el espacio y el tiempo necesario para poner en palabras algunas vivencias, experiencias, sentimientos e historias.
Voy a tratar de ordenarme para poner los hechos segun un orden cronologico, aunque no creo que pueda.
Es correcto entonces comentar que hace unos 10 o 15 dias, estoy trabajando en la recepción de una pousada muy linda, calificada no se por quien como 4 estrellas. Asi, deje la pintura de lado para comenzar algo diferente, algo que en lo que iba a tener que aprender bastante ya que poco y nada sabia de hoteleria. Por suerte no hizo falta ni presentar el curriculum, mis ganas de trabajar fueron suficientes para convercer al gerente en una charla de 15 minutos (en portugues).
Fue así que comencé como aprendiz a manejar todas las variables que suceden en un hotel de tal magnitud y aprender a veces ante el enojo de algun que otro huesped apurado por llegar temprano a casa.
Luego de uno días y ante la urgencia de reemplazar a otro muchacho, fui asignado al turno noche en el cual me desempeño cada vez que la luna copa el cielo de Buzios. Cumplo el horario de 11 de la noche hasta las 7 de la mañana, lo cual me permite tener el dia libre y poder disfrutar de las bondades del lugar. Aunque por otro lado mi vida nocturna se reduce a los miercoles que tengo folga (franco). Asi y todo estoy contento, puedo dormir un par de horitas en el hotel de madrugada, y las que faltan las completo en casa o en la playa.
Hablando de casa, sigo compartiendo hogar con Leona, aunque a esta altura ya más que un huesped, somos grandes amigos y nos divertimos mucho. En este momento en la casa vivimos Leona con Oscar, 3 mendocinos (la nueva incorporacion merece un parrafo aparte), un colombiano (ya apodado shakiro), un nieto adolescente brasilero de Leona y de vez en cuando duerme alguien mas. La verdad es que es muy dificil aburrirse ( sin contar que en la heladera nunca faltan las latitas de cerveza y el dulce de coco)
Retomando un poco el tema del trabajo, salir a las 7 de la mañana me ha abierto un mundo hasta ahora desconocido y que es la esencia de Buzios. Algunos dias llego 7 y media a casa, deja la mochila y me voy a caminar, correr y bañarme en las desoladas playas (dificil es describir el placer de estar solo en el agua a esas horas). En cuanto a la esencia me refiero a los pescadores, que llegan a esas horas con las redes llenas de peixes para abastecer el pueblo.
La verdad es un espectáculo digno de conocer. Ver llegar las barquitas a la arena, esas barquitas de lata y madera que con traen los vestigios de lo que alguna vez fue una villa de pescadores y gente simple. Con retasos de pinturas en sus cascos y remos de madera, llegan los verdaderos forjadores de un pueblo que nacio basado en la pesca. Es todo un evento lleno de magia, ver sacar uno por uno los pescados de la red, las señoras del pueblo que llegan a comprar el producto bien fresco, la gente que ayuda a cambio de algun que otro pescadito y las gaviotas que esperan pacientemente a un costadito que les arrojen alguna sobra del botin.
Entre toda esa magia, me toco vivir algo muy gracioso. Hace unos dias me habia escrito el Negro Roque Chiliguay, (el mismo que se robaba los diarios del barrio santa ana los domingos en la mañana), un amigo de la vida que estaba en Recife, 2000 km más al norte recorriendo Brasil. Yo le respondí que estaba en Buzios trabajando, le di una calle como referencia (rua brava). Le dije que me avisara si le pintaba venirse, tal vez lo podia ayudar.
Resulta que 2 dias despues, me disponia a salir del trabajo tipo 7 y media de la mañana, como siempre tengo unos 15 min de caminata desde el hotel bordeando los morros hasta llegar a la rua brava, donde vivo a la vuelta de dicha calle. Cansado, con el sol pegandome en la espalda y saludando a algún que otro vecino que salen a trabajar, escuché una voz que me decía: Asi no nos vamos a encontrar nunca loco.. Estaba el negro sentado en la puerta de una verduleria, a esa hora cerrada. Sorprendido, nos reimos y abrazamos. Asi, el negro se vino a vivir conmigo
Gracioso resulta cuando pienso que en menos de 1 mes, he tenido vários trabajos. A la pintura y al hotel, tengo que agregarle la fotografía. Un día consegui salir en un barquito de escuna con el proposito de sacarle fotos a los turistas y luego venderselas en un cd. Tengo que admitir que era buen dinero, pero la verdad no pude jugar en contra de mis ideales, lo intente pero no pude. Esos barquitos llenos de turistas, casi todos de cruceros, intentando conocer Buzios en 6 horas, comprando cualquier producto por más vacío que fuera (como el mismo cd), me hizo reflexionar um poco justamente de por que estaba aca, y darle mayor solidez a mis fundamentos.
Asi como no pude com las fotos, con el negro nos embarcamos en un negocio mas casero. Divagando sobre como hacer um dinerillo, nos decidimos a comprar muchas clases de frutas, uma heladerita de tergopol, unos descartables e hicimos la ensalada de frutas más gustosa que haya probado. Mañana em la mañana saldremos con Roque a vender en algunos lugares que tenemos estudiado. La próxima les cuento como nos fue.
Me despido hasta la próxima, extrañando a a aquellas amistades con las cuales la vida se hace mas linda.
Abrazos del alma!

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